Solo un GRANDE, puede darse el lujo de festejar su cumpleaños rodeado de tantas estrellas, tanta buena onda, y por sobre todo tanta BUENA MUSICA. Así fue como el pasado domingo 27 de julio en La Viola Pub, se realizaba una zapada monumental, conmemorando el recibimiento de un año más de vida de Jorge Amado “Coelho”, conocido por los amigos (y los no tanto) por su vasta trayectoria como guitarrista de distintos proyectos musicales como ser Ilusión Gris, Faro de Fusca, La Blusa sin Corte, y Dokma, como gran humorista recordado por proyectos como Extravagancia, y hasta por sus incursiones periodísticas en LLamale X (programa de radio de culto de principios del 2000), pero más que nada es conocido por su buen aura constante, su luminosidad como persona, y su buen humor característico.
De esta manera se dieron cita, desde tempranas horas de la tarde del domingo, distintas personalidades del amplio mundo de la música para zapar entre todos y a más no poder. Tranquilamente podría solamente citar uno a uno a los “invitados” del cumpleaños, y dejar que la imaginación del lector haga el resto, pero trataré de hacer las dos cosas.
Estuvieron presentes en dicha celebración (además de un festivo y agradecido público), figuras tales como el gran Toti Morel, Nene Salerno, Felipón Muñoz, Cala del Puerto, Steven Wu, Gabrielito Fretes, Pedro Lerea, toda la Santísima Groove, Oliver Barúa, Willy Chávez, John Peter, Ricky´i, la gran aparición de Pepino (directo desde Singapur), Juampa Bigordá, Laura Ferreira, Marcelito Ortigoza, Diego “Torombolo” Peña, Georgie “Papalo” Rojas, (por supuesto el Coelho) y hasta una chica española que pasaba por ahí que tocaba la flauta traversa, y vaya que lo hacía.
Con todos estos ingredientes, cabe resaltar que la mezcla resultó en una noche explosiva, donde sobresalió la alta dosis de buen funk, y jazz fusión que reinó durante la mayoría de la noche, la espectacular presentación La Santísima Groove (con Felipón en batería) y la majestuosa perfomance de Dokma como cuarteto (sin Jurú), con Coelho en vocales (y hasta John Peter en coros) demostrando que siempre es la música la que manda.
Posiblemente mis palabras no sean del todo explicativas para que entiendan los intensos momentos vividos en aquella noche mágica, de donde más de uno salimos con el alma bien alimentada después de semejante demostración de virtuosismo, buen gusto y calidad de parte de todos los ejecutantes, pero por lo menos que sirvan para demostrarles lo que se perdieron los ausentes.
Un cumpleaños diferente, posiblemente el mejor del año (después del mio), bastante “conceptual” o hasta como diría el mismo Coelho, un cumpleaños “CONCERTual”.
Un aplauso para el cumpleañero.
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